domingo, 15 de fevereiro de 2009

Los bebedores de pulque


El cerro se desmorona tras la lluvia.
En mitad del ascenso
brillan dispares sobre el campo
las cúpulas de espejos.
Dos hombres beben debajo de un pirul.
Bebedores de pulque, 
como aquellos cuya embriaguez se perpetúa
en los frescos cerrados.
Voces de chirimías,
cantos reverberaron entre esos muros.
Secreto el recinto,
sagrada la bebida,
y el transgresor
que antes sufría el destierro o la muerte
hoy ve perderse simplemente en borrachera
la embriaguez divina,
y lo alcanza la madrugada tiritando
en cualquier sitio.
Hemos pasado por aquí.

Los hombres beben taciturnos bajo el pirul.
La llovizna se enciende entre parcelas nítidas.
Y caen por un plano inclinado nuestras voces,
banales como pedazos de vidrio,
cuando perdemos el gusto de lo divino
y aun a plena luz en la punta del cerro
seguimos andando a ciegas
por los pasillos subterráneos.

- Elsa Cross