quinta-feira, 12 de março de 2009

A los dieciséis


Tu compañía me da la paz y luz que me hace explorar por todo mi espíritu, donde veo un árbol de viento... ese árbol tienes unas hojas espléndidas donde guardo todos mis secretos... donde cada día nace una flor con néctar a rosas de primavera. Mi alma es frágil y a veces tonta. Esa alma está dentro de mi árbol de vida la cual se alimenta de cada instante vivido en la Tierra. Cada instante es una sensación diferente de todas las hojas que hay en mi árbol, cada una tiene su materia y descripción irrepetible.

Y eres tan sensible como una canción de cuna, y tan grande es tu música como tu corazón en llanto nocturno.

- Eila
Y pensar que en esos ayeres ya sabía lo que...